The music changes our lives

The music changes our lives
la musica cambia de muchas maneras nuestras vidas,solo hace falta detenerse y escuchar el ritmo de ese mágico mundo al cual te lleva.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Carta al directior.

Señor director:

Ahora que se acerca un nuevo aniversario del Golpe Militar, escuchamos hablar de entelequias como el perdón, el olvido y la justicia, y algunos vuelven a exigirles a los miembros de las FF.AA. entregar información para ubicar a los desaparecidos y condenar a sus camaradas como un mínimo deber de moral cívica que la ciudadanía demanda de aquellos que destruyeron la democracia.

Hemos establecido como una cuasi verdad histórica que las FF.AA. se tomaron el poder en forma caprichosa e infundada, ya que en el Chile de la época no pasaba nada alarmante.

Hemos condenado a sus miembros por los oprobiosos hechos ocurridos como consecuencia del Golpe, pero sobre los civiles que participaron en la dictadura (con pingües ganancias) y en la debacle social y política del país en 1973, mientras que el martillo del real y efectivo reproche social, institucional e histórico sigue estando ausente.

Se ha condenado a soldados rasos a sabiendas que operaron bajo órdenes superiores, como si hubieran estado en situación de decir que no y salir con vida, reprochándoles socialmente el hecho de no haberse inmolado. Nuestros tribunales han llegado a condenarlos bajo argumentos como “debieron haberlo sabido”, sin que realmente se haya probado su participación en los hechos denunciados. Finalmente, para parte importante del país -y lo gritan a los cuatro vientos- hablar de militar es sinónimo de hablar de violador de los DD.HH., sin siquiera concederles el beneficio de la duda o el derecho a defenderse.

Nadie medianamente razonable puede considerar que en este clima de estigmatización, persecución selectiva, arbitrariedad analítica y doble estándar, las FF.AA. van a romper su silencio y cooperar, lo cual hace preguntarme si los incumbentes buscan sinceramente su ayuda o más bien intentan impedirla, para así poder justificar mejor el título de esta misiva.

Cristián Gabler